3 feb 2010

RECUERDO PERPETUO

Amigos:
Antes de entrar en materia, me permitiré hacer el ritual honrando a Dios y la Patria, unión de lo Divino y lo sublime; que mis padres me enseñaron e inculcaron desde muy temprana edad, para hacerlo cotidiano que reza así:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Desde que vi la luz, mi pecho, anida dos amores Mi Patria y mi Bandera
Por mi Patria, el Perú, yo doy la vida
Por mi Bandera, el alma, el alma entera.

Significaba el anhelo y deseo, que Dios guíe nuestros pasos para bien nuestro y para la amada Patria. También, era a la vez, "valiosa herramienta" de ayuda para conservar y mantener el patriotismo, sobre todo en esos tiempos difíciles del cautiverio.

El cielo que cubre nuestra Patria, hoy luce más celeste que nunca, el Perú entero, rinde homenaje: a la heroica y noble infantería Tarapacá y Cáceres.
Día del pueblo armado, que ofrece su sangre por la Patria, con solo un fusil y una bayoneta.
Día de los que van a pie a una batalla.
Día de los inmortales caminantes del Tamarugal, una de las hazañas del hombre a pie más admirable de la historia; sino veamos que dicen y dan fe, los historiadores del temple de esas tropas sedientas, mal heridas, que caminaron con los zapatos deshechos por el caluroso y filudo infierno del Tamarugal. Damos pues testimonio de la "Gran Mancha".

Nicolás Gonzales escribe:
"Los chilenos no intentaron perseguir aquel ejército diezmado y hambriento, pensando sin duda que bastaba dejarlo entregado a su propia suerte para que se desbandara. Las penalidades de la marcha fueron terribles. Los mismos soldados fueron avanzando lentamente, atormentado por las privaciones, la sed y el hambre, rendidos por el cansancio y por el ansia de llegar cuanto antes al lugar a que pudieran reposar después de tantas fatigas".

Benito Nieto destacado periodista argentino, como corresponsal, dice: "Difícil sería detallar las penalidades y sin sabores que ha soportado nuestro ejército con un ánimo y entereza verdaderamente ejemplares.... El ejército se encontraba con un equipo en las más tristes condiciones, pues en los ocho meses que llevamos en campaña, por más que se ha reclamado, el gobierno no ha remediado las necesidades de aquel. Todavía nuestros soldados llevan convertidos en andrajos, el uniforme con que salieran de Lima. La mayor parte descalzos y casi desnudos, han tenido, pues, que soportar los rigores de la puna. No creo que haya en el mundo un soldado mas sufrido, más paciente que el peruano"

Basadre, igualmente escribe:
"En la noche del 19, los peruanos se retiraron hacia Tiviliche, sin restablecer sus fuerzas, agotadas por el hambre, la sed, el cansancio y el insomnio. Habían estado caminando por el arenal desde el día 16; habían combatido el 19 y ahora a emprender la marcha, confiados en guías inexpertos que se "empa mapa ron", ósea que perdieron el camino por la densa niebla, girando hasta seis veces en un mismo círculo y atravesaban, otras tantas, la línea férrea de Pisagua, muy cerca de los chilenos.
Después de seis horas tuvieron que hacer alto hasta la madrugada, y entonces, al encontrarse en el camino de Tarapacá, se decidieron a seguirlo. En la oscuridad y en la confusión de la noche se perdieron las cargas del "parque" y casi todos los elementos que necesitaban las acémilas.
El hecho solo, de que se mantuviera compacto éste ejército parece un milagro. Se hallaba sin recursos, sin abrigo con que defenderse del violento frío nocturno, sin agua frente a los calores del día, sin zapatos.

Finalmente, el historiador inglés Robert Markhan anota:
"Pocos soldados del mundo hubieran luchado con tanto tesón, ni sufrido con tanta resignación los rigores del hambre y al sed, del calor y del cansancio, como estos pobres indios".

Extractos de las "Memorias de la Guerra del 79" de Andrés A. Cáceres:
"La llamada Batalla de San Francisco del 19 de Noviembre, fue un triunfo obsequiado por los aliados al enemigo, pues con rigor no hubo derrota de las armas aliadas, sino que ellos mismos causaron su desastre. La huida de los bolivianos, los "compadres", quienes a los gritos de iA Oruro! iA Oruro!, abandonaban a los peruanos en el campo de batalla; acción de consecuencias funestas. No quedaba otro recurso que regresar a nuestro territorio; que la guerra sería a muerte con los "corvos", que a partir de ese día, la "mamá patria" se teñiría de sangre peruana. Era una noche triste y solitaria.- Hay que replegarse.
Poco después y ante la impasibilidad del enemigo, se reúne la junta de Coroneles: Bolognesi, Castañón, Dávila, Fajardo, Cáceres, con el Jefe de Estado Mayor Coronel Belisario Suarez tras breve apreciación de la situación, se dispone la retirada hacia Arica, por Tiviliche, esa misma noche.

Se dispone la orden de marcha, la marcha se emprendió por el despoblado. Entrada la noche. Se tropieza con el inconveniente, que el Jefe de EM no atinaba a señalar la orden precisa que indicara el rumbo de la marcha, se carecía de mapas de la región, y no se tenía ni siquiera una brújula para orientarnos, no se tenía guías expertos conocedores del terreno. Felizmente un soldado del Batallón Zepita, llamado Durazno que había trabajado en las salitreras se ofreció de guía. A poco de emprender la marcha, vino la voz de - "Alto", "Silencio" - . Al parecer el enemigo nos flanquea. Para cerciorarme de este peligro y acercándome a una distancia conveniente, doy la voz de "Alto quien vive", y se me responde "Perú". Se trataba del Batallón "Los Cabitos", que se habían confundido y separado de la columna del Coronel Herrera; se les veía muy cansados a estos bisoños muchachos procedentes de la Escuela de Clases. Recomendó, después de otros inconvenientes, recorrer la columna, para organizarla bien y ver la situación en general. Se concluyó, qu e era imposible continuar la marcha, la tropa estaba muy cansada, la oscuridad y la neblina espesa eran factores que también se sumaban.

En la madrugada del 20 de Noviembre, despejada la niebla, se procedió a reunir los soldados, que habían dormido en la pampa envueltos en sus capotes; en el alto, nos dimos cuenta, que no habíamos avanzado gran cosa y nos hallábamos no muy distante de las posiciones del enemigo, situación que nos obliga dejarla de inmediato; además se observó que el rumbo tomado de la marcha no era Tiviliche, sino Tarapacá, rumbo obligado a tomar. La espesa "camanchaca" nos había librado de que los chilenos nos descubrieran y nos atacaran con gran ventaja. Haciendo paradas para reorganizarnos, bajo un sol despiadado, se llegó a la aldea Coruña, donde la tropa se alivió con un descanso, mitigar la sed que los obligó en la marcha ponerse piedrecillas o una bala de plomo, en la boca, para así provocar la saliva; se sacrificaron unas cabras del lugar, preparándose un buen rancho. El Coronel Suarez, JEM, envió un propio a Tarapacá, para alistar y preparar la llegada de la tropa; después de sufrir todo género de contratiempos, se llegó a Tarapacá, el día 22 entrada la tarde.

El 27 de Noviembre de 1879.- La Batalla de Tarapacá; un ejército enemigo de primera, preparado para vencer, "el prusiano de América", con las tres armas: de caballería, artillería, infantería, pertrechada, moderno para la época, pretendió sorprender al ejército "cholo" y fue sorprendido. A pesar de todo lo sufrido, aislado y abandonado; pero, el genio y la decidida acción de Cáceres y la de los indomables jefes y tropa peruana, pusieron en vergonzosa fuga a la poderosa fuerza enemiga, haciéndoles morder el polvo de la derrota. El combate, fue tenaz desde la 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde. El Perú, arrancó con sus manos empuñadas y su pecho abierto, una victoria hermosa, casi increíble por las condiciones en que se logró Cáceres, el es Tarapacá y su hazaña remontó los Andes; al extremo que muchos años después, cuando en misión oficial fue a Alemania, el Kaiser Guillermo II, lo recibió con estas palabras: "Me complace estrechar la mano del vencedor de Tarapacá".

En la Batalla de Tarapacá hay que recordar nombres y personas: al inmortal arriero -que por todo nombre, tendrá eternamente, al de peruano - que alertó a nuestro ejército; al Tc Zubiaga, quien cumplió su palabra empeñada muriendo atravesado por más de 20 bayonetazos; al Coronel Belisario cubriendo todo el campo de batalla; al valeroso Coronel Manuel Suárez, a Juan M. Cáceres, después de la batalla con tres heridas, murió en los brazos de su hermano El Taita; al convaleciente Coronel Bolognesi, futuro legendario de Arica; a Mariano de los Santos, que capturó a uno de los estandartes del enemigo; al gran tarapaqueño Alfonso Ugarte, otro de los inmortales de Arica; al corneta Mariano Maman¡ y al soldado Manuel Condori, quienes en la cripta de los Héroes representan y encarnan al soldado peruano, que alcanzó la gloria; y a tantos más; finalmente nos inclinamos reverentes a la humildad y sencillez, ante el León de Tarapacá, al genio Militar, Guerrero sin Reposo, Héroe de la Breña, el Brujo de los Andes, al Taita "Andrés Avelino Cáceres", inmortal de los inmortales. Parodiando a Choquehuanca diré: "Tu gloria, crecerá, como crece la luz del Sol, rompiendo las tinieblas de la noche".

"Peruano, Promocional, nunca olvidemos el 79, que ese "no olvides" sea perpetuo, que sea heredable a través de nuestras generaciones, por los siglos de los siglos"

Así podremos decir: Tarea cumplida
Siempre presente: Cáceres, y los inmortales del 79.

28 ene 2010

EL COMITÉ DE DAMAS, EN ACCION

Soy testigo de los afanes, que paso a relatar, como se dice "estoy en balcón", atreviéndome a escribir; es claro que falta mucho detalle, pero ahí va la crónica de lo que se trata:

El Comité de Damas de la Promoción Cincuentenario de la EM de Chorrillos; lo conforman las esposas y viudas de promocionales, todas ellas de serena edad, de augusto porte y un no disimulado entusiasmo; que concurren con actividades sociales, que hacer, ordenado y planeado. El destino y el reloj del tiempo, les ha impuesto el ser amiga y compañera de toda la vida de esposo soldado de la patria.

Para ella no ha sido problema, se ha adaptado con integridad amorosa y dulzura, comparada con la inmensidad celeste; es madre; hermana; calla las dificultades con estoicismo, todo a sabiendas; para el siempre habrá un "Te espero"; en hogar honesto, brinda aliento y alegría; es allí donde mueren las fatigas y vencen las auroras de entusiasmo y esperanza; el sabe y eleva un Gracias a Dios que la puso en nuestro camino.

Se han reunido para ultimar los preparativos para realizar una visita al HMC, al pabellón de los valientes heridos en su lucha contra los terroristas, defendiendo la patria, en la zona del VRAS.

La fecha de la visita será el 21 dic. 09; es un día lunes, desde ya se han efectuado todas las coordinaciones de estilo para evitar dificultades y se alcancen lo que se han propuesto.

Para el efecto, se han preparado paquetes en cantidad y numero suficiente para los pacientes; se ha tenido el cuidado de averiguar el estado del enfermo y de sus necesidades que puedan subsanarse. Los paquetes están envueltos en papel de mucho colorido y con motivos navideños, son de tamaño mediano, su contenido es ropa, alimentos, panetán y golosinas-, también un "algo" que puede servir de entretenimiento.

Cada obsequio, va con una tarjeta navideña, con luces; con un saludo a nombre propio y familia, será entregado por la dama designada y con la palabra de afecto.
Acompañará al Comité el Capellán del nosocomio, su compañía es para dar un mensaje de amor cristiano y de ser necesaria una intervención espiritual al doliente soldado.

Sabemos que actividades como la que se va a realizar, es de siempre; y con mayor razón con ocasión de Navidad.
Ellas y solo ellas, son capaces de llevar alegría; de llevar un mensaje de amor, fe, consuelo y esperanza, en su lecho de dolor al soldado de la Patria, en las fechas de luz universal, del nacimiento del Salvador.-

Dios las bendiga.

Tengo conocimiento que la visita, fue un éxito redondo, también que por ahí se deslizó una emotiva lágrima y que también se arrancó risas. Fue un instante feliz. Ah! Se tomaron fotos.- Me gustaría verlas.